Unico sobreviviente de la famosa granja (ya desaparecida) del periodista y escritor hindú nacionalizado inglés, George Orwel. El animal escapó milagrosamente de la voracidad de los ingleses por la carne de cerdo, logró asilarse en la embajada de cuba en la capital británica en los primeros meses de la revolución y luego trasladado en calidad de exiliado a la capital cubana donde fue alfabetizado, fuentes de la revolución han informado a condición de reserva de sus nombres que Fidel ha tenido en el pasado, problemas con Raúl, dada la afición del hermano menor por los chicharrones y sus intenciones de sacrificar el alfabetizado cerdito ya ancianito y enfermo como Fidel, a quien el líder cubano llamó “Gerorgito”
El contingente alfabetizador cubano se ha trasladado a Venezuela.
Uno de los grandes logros de la Revolución Cubana es la erradicación del Analfabetismo. Luego de erradicado en Cuba ese flagelo de América Latina el Contingente Alfabetizador encaminó sus pasos hacia Venezuela donde ha tenido problemas con el primer analfabeto de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez: quien es algo tozudo y sólo obedece al comandante alfabetizador Fidel; que por razones de edad ya no esta en condiciones de enseñar muchas cosas, además, según supo este redactor; en círculos privados de la Revolución Cubana se ha comentado que a Fidel le disgusta mucho que le explique hasta el cansancio como debe hacer y decir las cosas al alumno Chávez y que siempre las hace disparatadas lo que disgusta al líder cubano acostumbrado a tener alumnos tan inteligentes como el Niño Eliancianto, como le llama Fidel cariñosamente.
Quien esto escribe no ha tenido la suerte de ir a estudiar a Cuba a pesar de los esfuerzos realizados por mi amigo el psicólogo Vladimir Ramírez, cuando Robertico era canciller con el propósito de enviarme a esa Isla hermana para hacer un post grado de Hipnosis analítica, que según me informara, la de Cuba es la mejor escuela del mundo en la referida disciplina, porque Fidel ha hipnotizado a todo el pueblo de Martí, los que han permanecido en cuba claro esta; los de aquí han despertado hasta el insomnio. Algo que lamento porque los cubanos, a quienes considero hermanos; me han tratado muy bien desde siempre, además que no es cuento: son muy buenos enseñando.
No obstante y en esa tesitura, yo he aprendido mucho de los cubanos sólo trabajando con ellos sin que estuvieran en plan de enseñanza: por ejemplo; en Unión City, NJ. De Mario Siria, aprendí sus rabietas.
En Miami fue mi post grado de la vida. De Jorge Rodríguez, en La Poderosa (la más potente emisora de radio de Miami) aprendí a aprobarlo todo, con un abrazo efusivo y una frase de aliento sin llegar a hacer nada.
Ahí en La Poderosa. De mi amigo, Miguel Melanio, director de prensa aprendí a escoger las corbatas más lindas y naturalmente a seleccionar las mejores noticias.
De Chucho Herrera. En la Radio Azul, aprendí a dormir en la cabina entre disco y disco después de cada comentario o avance noticioso. Eso me ha resultado muy útil en los programas madrugadores que son muy buenos porque casi nadie los escucha y uno dice lo que le de la gana.
De Tomás García Fuste. De buen periodista y mejor amigo, aprendí a decirles a los invitados sus verdades en la cara; en su famosa mesa oval, con una sonrisa en los labios y una mirada compasiva.
Y finalmente para no hacer muy largo esto, de Tony Calatayud aprendí a tomarlo todo con calma y a olvidar las rabietas de Mario. En realidad no se si he sido buen aprendiz porque no me han examinado pero de que me enseñaron, me enseñaron. Lo hacen con el ejemplo, pero todas esas enseñanzas fueron refinadas por un distinguido amigo que no es cubano pero aprendió mucho de ellos, y para sorpresa de todos es muy buen dominicano: Rafael Antún. De este ilustre dominicano tengo más, pero será en un entrega especial. Gracias amigos volveré con ustedes si Dios me lo permite. mailto: miturbides@yahoo.com
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