jueves, julio 20, 2006

Embajador cubano en Dominicana niega cuba abandonara a Caamaño




El Coronel Francisco Alberto Caamaño (Francis) Héroe de abril (1965) detrás se destaca el coronel Jorge Gerardo Hernández y a su derecha atrás tambien parte del rostro del adolescente conocido como "vejez" que con el coronel Hernández eran sus ayudantes de cabecera y compañeros de batallas Francis me dijo en una ocasión que la vejez lo acompañaba por lo diminuto y adecuado para entrar donde el no podía, y le abría la puerta a el y a Jorge como le decía a su amigo y compañero Marte Hernández.



Traidor de la Libertad y
las juventudes de América.
Puntillazos:
El cuerpo diplomático acreditado en dominicana sigue burlando las reglas y procedimientos de la diplomacia internacional, ahora es el embajador de Cuba que se burla del pueblo dominicano cuando dice que su país no le negó apoyo a Caamaño en 1973.
El comandante de abril salió expulsado de Cuba aunque lo diga el embajador, el dictador cubano, Hamlet Herman y el mismo Claudio Caamaño, entre los pertrechos envases de cigarrillos y de alimentos no podía haber ni una prueba de que habían partido de Cuba, todo era de origen norteamericano hasta las botas porque yo las revise para comprobarlo, el embajador miente además que ellos pensaron que Caamaño venía a inmolarse y que no fueron ellos que decidieron el cambio… La verdad es otra Fidel traicionó a Caamaño como traicionó al “Che” Guevara, a Camilo Cienfuegos, a Hubert Matos a Regie Debray a Ramón Pichirilo y a otros dominicanos que le ayudaron en su empresa guerrillera, el anciano dictador es un traidor nato tambien a traicionado a sus dos hermanas y sus hijos. Le ordenó al general Abrantes echar de cuba a Caamaño y sus hombres y de ello escribiré en un rato. Moisés Iturbides redactor del entonces “EL NACIONAL DE AHORA, que cubrió la guerrilla de Caamaño en 1973.
Histórica mentira de un peón castrista en Santo Dminbgo.
Cuba no le negó apoyo al coronel Francisco Alberto Caamaño en su intento por enfrentar el régimen del ex presidente Joaquín Balaguer en 1973, pero tenía la preocupación de que en la República Dominicana no existieran las condiciones que impidieran que éste se inmolara, expresó el embajador cubano Omar Córdova.
“No es verdad que hayamos reconsiderado darle el apoyo solidario que le estábamos dando al coronel Caamaño, no fuimos nosotros los que cambiamos frente a sus propósitos porque a él siempre se le respetó, el siempre fue dueño de sus actos en Cuba.
“Nosotros no reclutamos a Caamaño, fuimos al encuentro de un revolucionario que se identificaba con los intereses internacionalistas de la revolución cubana, y porque era un hombre de convicciones, que había demostrado ser un militar patriota, que había salido a combatir para restaurar un gobierno democrático y por eso enfrentó a las tropas norteamericanas”.
Por el respeto que en Cuba se le tenía a Caamaño se le ofreció todo el soporte, expresó el diplomático en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde destacó que en ningún momento su país cambió esa postura.
Sin embargo, explicó que las circunstancias en República Dominicana habían cambiado desde la época en que Caamaño salió, por lo que para hacer una expedición como la que él planeaba había que hacer estudios económicos, sociales y situacionales.
Lo que tenía el gobierno cubano, de acuerdo con Córdova, era la preocupación de que no existieran en 1973 las condiciones que le garantizaban al líder de la revolución de abril de 1965 que no se fuera a inmolar, y eso se le expresó por las vías adecuadas.
“Que pudo haber incomprensión en algunos de los que estaban con él, a lo mejor pudo haberla, como también pudo haber rechazo entre los que pensaron que nosotros estábamos cambiando nuestros principios…nosotros demostramos que no, son las circunstancias las que nos han llevado a actuar con un grado de táctica y de madurez. “Pero a pesar de que se le dijo al coronel Caamaño esa aprehensión nuestra, en ningún momento se le retiró el apoyo, si no se lo hubiésemos dado con qué recursos habría hecho el desembarco”.
Córdova también resaltó que como Caamaño era dueño de sus actos, el gobierno cubano no podía frenar sus intenciones, porque se sentía demasiado comprometido con el país.
El tenía el deseo, la esperanza y la convicción de liberar a su país, explicó el embajador al destacar que había un estado de presión muy fuerte sobre Caamaño porque se sentía moralmente obligado a retornar.
El dos de febrero de 1973 Caamaño junto con Heriberto Lalane, Toribio Peña Jáquez, Hamlet Herman, Claudio Caamaño, Mario Nelson Galán, Alfredo Pérez Vargas, Ramón Euclides Marte y Juan Ramón Payero, desembarcó en Playa Caracoles, Azua.
La operación se disolvió rápidamente y sólo sobrevivieron Herman y Claudio Caamaño.
Al referirse al rol de la izquierda dominicana en ese contexto dijo que el individualismo, el sectarismo, el personalismo, y también el imperialismo, hicieron fracasar esa expedición.“La culpa de que esa expedición fracasara no se puede buscar en Cuba, sino en otra vertiente. Se pensaba que iba a haber más apoyo de todo el espectro de la izquierda dominicana, pero desgraciadamente no fue así, y Caamaño cayó por las circunstancias que todos conocen, y no por la falta de apoyo de parte de Cuba.
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