Vivienda de emigrantes japoneses en Constanza (1959)
Trujillo limitaba a los campesinos dominicanos sin tierra a las famosas 10 tareas conuqueras sin derecho de propiedad, los hombres del campo podían utilizar terrenos nuevos cada año para hacer sus sembrados mínimo 10 tareas pero nunca les daba títulos de propiedad y estableció el llamado régimen de tenencia de tierras comuneras con lo que corrían el peligro de que después de habilitadas apareciera un apaniguado del régimen y
reclamara los predios de los campesinos como suyos.Para los años en que llegaron los japoneses, cientos de familias dominicanas de Higuey fueron despojados de sus tierras conuqueras, en Nisibón, La Otra Banda, La laguna y Ubero Alto entre otros parajes. Esos campesinos higueyanos entre los que estaban los Peña, Carpio, Pión, Núñez, Feliú, Cedeño y Castillo entre otros vinieron a vivir a Miches y se alojaron del lado oeste de la rivera del río Nisibón en Miches desde la Sabana de Nisibón, Las Lisas, Cuarón, El Cedro, La mina de Oro y hasta la misma ciudad cabecera del municipio.Mientras estas penurias pasaban los dominicanos para trabajar y vivir en su país aunque en pésimas condiciones y despojados de su dignidad a los Japoneses se les hicieron asentamientos en San Cristóbal, La bahía de Ocoa en Baní, Constanza y Jarabacoa, Nagua y San Francisco en tierras agrícolas “1A” apropiadas para los cultivos de arroz, habichuelas ajos flores y hortalizas todos productos de gran demanda comercial y que exportaban en los barcos de doña Tata Martínez hacia las Islas del Caribe.Trujillo les dio preferencia en la pesca y la pescadería de la marina de guerra les compraba sus pescas a precios preferenciales en detrimento del valor de la pesca de los dominicanos. El dictador alimentando su vanidad desarrollaba ese plan con el supuesto propósito de “blanquear la raza” de modo que importaba blancos o amarillos y les ofrecía diversas ventajas sobre los nacionales fueran estos blancos, negros mulatos o “jabaos” como Toño Rosario, con el perdón de la familia Rosazrio lo hago solo para que los que no son dominicanos sepan a lo que llamanos "Jabaos" en esa tierra de sol, playas, grandes emociones y buenos merengueros como los Rosarios que por cierto son higueyanos.Los nipones en Santo Domingo se hicieron ricos y reemigraron a otros países incluso a Estados Unidos y de agricultores que llegaron en muy deprimentes condiciones se volvieron dueños de supermercados, moteles y restaurantes y abandonaron la pesca y la agricultura a más de que vendieron las tierras que no eran suyas aunque Trujillo le hubiera dado títulos. No eran suyas porque el régimen del sátrapa chapitas era de facto. La siguiente es un crónica sobre una demanda de los nipones contra el gobierno de Japón por malos tratos y engaños en dominicana, los demandantes son 176, de los cuales viven aún en el país 140 que debían ser deportados por ingratos y mal agradecidos que violan nuestras leyes y pagan nuestros obreros y braceros salarios por debajo de los establecido por la Ley Laboral del país. (MI)
TOKIO.- Una corte japonesa rechazó el miércoles una demanda por daños presentada por un grupo que dice haber sido engañado por el gobierno para emigra a República Dominicana en la década de 1950. La Corte de Distrito de Tokio rechazó la demanda presentada por un total de 170 personas que buscan una indemnización por 28 millones de dólares, de acuerdo con un funcionario judicial que pidió no ser identificado. La corte reconoce los problemas de los demandantes, pero dice que su derecho a reclamar un pago ha expirado, de acuerdo con Shoichi Kanno, principal representante del grupo. Bajo la ley japonesa, tales demandas deben de ser presentadas en un plazo de 20 años. ``Cómo podría ser posible para personas que apenas podían sobrevivir día con día el presentar una demanda en un plazo de 20 años'', dijo. Cerca de 1.300 japoneses se mudaron a la República Dominicana entre 1956 y 1959, luego de que el gobierno empezó a promover la migración a la nación caribeña con promesas de tierras fértiles, dijo el grupo de apoyo en su sitio en internet. Sin embargo, los demandantes dijeron que la tierra que les dieron no era lo que les prometieron y ni siquiera tenían la propiedad de la misma, que en la mayor parte de los casos no era adecuada para ser cultivada. Luego de que Japón fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno estaba desesperado por encontrar espacio y empleos para los soldados y los japoneses que regresaban de ultramar, promoviendo a la República Dominicana como ``el paraíso caribeño'', sin informarme correctamente antes de empezar a enviar gente, dijo el grupo. ``El paraíso resultó, en realidad, un infierno en vida, porque la tierra era principalmente un desierto salado, jungla y rocas'', agregó. Cerca de 200 de las familias que emigraron regresaron a Japón o se mudaron a Sudamérica en la década de 1960 con apoyo de su gobierno. Pero 50 más se quedaron en Dominicana, porque se les prometieron tierras o no se enteraron del apoyo del gobierno a quienes regresaron. Un total de 140 de los demandantes vive todavía en República Dominicana, de acuerdo con Kanno. El grupo planea presentar una apelación.
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