Puntillazos:
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Continuará mañana
La política moderna es el arte de conquistar el poder y perpetuarse en él, a cómo de lugar, ya no: el arte de bien gobernar a los pueblos, hoy día existen variedades políticas diversas, a tono con los tiempos de globalización. El político moderno es astuto, demagogo y débil por definición, tiende a adueñarse del poder, para lo que utiliza todas las herramientas a su alcance, por deshonestas que sean; tales como calumnia, intriga, soborno (entiéndase compra de militantes de otros partidos) represión, asesinatos y rampante corrupción, en conclusión, toda marrulla y artimaña es válida. El fin del poder, justifica los medios y el pueblo importa poco.
El político doctrinario, conoce la responsabilidad del Estado ante el pueblo y gobierna para el pueblo y por el pueblo, le importa el bienestar social, la salud, educación, alimentación y el trabajo mediante una política de pleno empleo en base al desarrollo económico y establecimiento de un régimen de salarios justos, garantiza las libertades públicas, los derechos humanos y del hombre y establece un régimen de políticas públicas como norma de estabilizar el bien común y el desarrollo social sostenible y nada de “financiamiento al tigueraje”. Estos son los puntos más débiles del presidente Fernández.
Los grupos humanos, en partidos políticos, religiones, profesiones, asociaciones deportivas y clubes etc. suelen padecer de una misma neurosis que en el grupo se convierte en colectiva, hace un tiempo hablamos de las neurosis de los partidos Reformistas Social Cristiano, Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana.
Cada uno de ellos padece un tipo de neurosis, así los reformistas fueron autoritarios pero este síntoma fue desapareciendo con la muerte de su líder Dr. Balaguer, para convertirse poco a poco en un partido de la democracia cristiana, con que Balaguer los había dotado, muy diferente al balaguerismo, cuyo comportamiento neurótico común a la mayoría de esos partidos es la conciliación pacifista aunque un poco aislada y quienes piensan que desaparecerá en el proceso están equivocados, el camino para ellos es duro y escabroso pero persistirán a medida que maduren ideológicamente y la percepción de la sociedad les favorezca inclinando hacia ellos su cuota de militancia de la sociedad dominicana.
Los peerredeístas son o somos si me permiten decirlo así, un tanto libertarios, aprendimos a serlo en la praxis, el PRD surgió de la necesidad del pueblo dominicano de instaurar un régimen de libertades y aunque se formó en cuba; el germen lo llevaron allí, libertarios de todas las regiones del país, aunque predominaron los de la línea noroeste y los cibaeños, Todos eran amantes de la libertad, paradójicamente marcharon por caminos torcidos, se habían insertado en la lucha por las libertades fundamentales del hombre y como ha dicho Tony Raful, en reciente conferencia a los peerredeístas de New York; esa lucha no era otra cosa que la continuación de la contienda por nuestra independencia que aún no hemos alcanzado a plenitud, toda la lucha de todos los grupos revolucionarios desde 1864 a la fecha, se enmarcan en la sentencia de Tony.
Los peerredeístas no han perdido su neurosis libertaria, no la perdieron con la partida de Don Juan Bosch y no la perdieron con el fallecimiento de José Francisco Peña Gómez, tan acendrado es ese comportamiento en el partido que es la organización más abierta de la nación, tanto que hasta gobiernan con una elevada carga de amigos del sector externo y hasta de otros partidos, nadie como el PRD comparte el ejercicio del poder, en aras de su vocación por la libertad y la democracia participativa.
En el PLD las cosas son diferentes que en los casos anteriores, son colosales, únicos, genuinos depositarios de la dignidad nacional, no hay otros como ellos, y como si fuera poco tambien son absorbentes. Su neurosis; es el delirio de grandeza. Este tipo de neurosis suele ser asociada con la histeria de conversión que es muy común a lo interno del PLD y cuyas características son: Una neurosis encarna estructuralmente la dinámica de una pregunta, pregunta sin una respuesta definitiva que además no posee respuesta psíquica en relación al significante. Al modo de la histeria relacionada con la identidad sexual (¿soy hombre o mujer? o ¿qué es ser una mujer?); o al modo obsesivo relacionado con la contingencia de la propia existencia (¿quién soy?, ¿qué soy?, ¿estoy vivo o muerto?, ¿por qué existo? o ¿soy o no soy?).
Esa búsqueda de identidad lleva al delirio de grandeza que tradicionalmente se asocia al ejercicio del poder sin límites, al sentirse carentes de identidad propia los miembros de un grupo con delirio de grandeza se sienten superiores y hacen cosas grandes. Ejemplo: Sabana Perdida no tiene acueducto y Villa Mella esta rodeada de vecindarios interurbanos que no tienen escuelas pero ahora son grandes e importantes para los peeledeístas porque ya tienen un Metro colosal construido por un presidente grande y tambien colosal, que todos conocemos: Leonel Fernández.
Un presiente importante y superior como Leonel, no puede perder el tiempo construyendo escuelas rurales y primarias, sino que construye universidades. Un gobierno tan importante como el del PLD, tampoco puede perder el tiempo en nimiedades como la compra de pupitres. Que se sienten en blogs y estudien bajo los árboles como con frecuencia reportan los diarios nacionales, lo importante y colosal es que ya tienen un Metro moderno y colosal para cuando tengan que ir a la universidad.
Creo que no exagero si anoto aquí que uno de los motivos que impulsaron el Metro es para superar la donación de cuatro autobuses del plan RENOVE que el ex presidente Mejía ordenó se hiciera a igual número de asociaciones de estudiantes universitarios de Villa Mella, este colosal Puntillazo continuará mañana con lo de las encuestas, mientras tanto gracias amigos, volveré con ustedes si Dios lo permite. Moisés Iturbides-CDP-NY-.
Diccionario de la RAE
Delirio.
(Del lat. delirĭum).
1. m. Acción y efecto de delirar.
2. m. Despropósito, disparate.
3. m. Psicol. Confusión mental caracterizada por alucinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia.
~ de grandezas.
1. m. Actitud de la persona que se manifiesta con apariencia muy superior a la que realmente le corresponde.
~ paranoide.
1. m. Psicol. Síndrome atenuado de la paranoia caracterizado por egolatría, manía persecutoria, suspicacia y agresividad.
con ~.
1. loc. adv. Mucho, enormemente.
sábado, marzo 01, 2008
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