Leonel Fernández y el maleficio (1)

Puntillazos:
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El fenecido líder del PRD, doctor José Francisco Peña Gómez, en cierta ocasión hablo del maleficio del Palacio Nacional (Sede del gobierno dominicano) Se refería a la tendencia de los que llegan a la Presidencia y se encariñan de manera que quieren quedarse hasta el último día de sus vidas. No obstante, una forma diferente del maleficio la encarna el Presidente Fernández; pero antes de entrar en detalles permítanme un breve recuento histórico de algunas maléficas acciones en torno a la sede del Gobierno Dominicano, construida por Trujillo.

Sin embargo, cabe anotar cierta excepción con Don Emilio de los Santos y Don Antonio Guzmán, el primero era un experimentado jurista, el segundo un rico hacendado, Don Emilio asumió la presidencia del primer triunvirato en 1963, tras el derrocamiento de Don Juan Bosch, que a manera de huir del maleficio de la permanencia más allá de lo que establecen las reglas democráticas sugirió a la constituyente la prohibición de la reelección pero el maleficio le alcanzó a siete meses y fue derrocado.

Don Emilio fue presidente del 25 de septiembre al 21 de diciembre de 1963, a las 10 de la noche; cuando al ser informado del asesinato de Manuel Aurelio Tavárez Justo, (Manolo) líder de Movimiento 14 de Junio en Las Manáclas; se paró de su escritorio y dijo a su escolta déjenme ir solo; muchas gracias por el servicio y cariño que me han dado ustedes a seguidas se marchó sin agregar palabra alguna ante el asombro de todos. Se fue caminando hasta el parque Independencia, se sentó en el mismo banco que lo había hecho durante mucho tiempo al lado del señor Prandy, padre de Yocasta una joven y aguerrida abogada fundadora del PRD a su llegada al país, el 5 de julio de 1961, tras el ajusticiamiento del dictador Trujillo.

Me contó el compañero Prandy que al verlo le dijo: Don Emilio; usted anda sin escolta y el letrado le respondió: ya no soy Presidente, han asesinado a Manolo y no puedo continuar al frente de un régimen de asesinos y así terminó su mandato de dos meses y 26 días, poco tiempo después falleció de manera repentina, en su gobierno el maleficio se encarnó en Manolo una de las promesas de un futuro promisorio para el pueblo dominicano.

Don Antonio al final de su gestión (1978-1982) faltando 43 días para la transmisión de mando a Salvador Jorge Blanco se disparó un tiro a la cabeza. El maleficio se cumplió arrancándole la vida. Le sucedió el vicepresidente Jacobo Majluta, a quien un grupo de militares y sectores de la sociedad civil, instaron a no entregarle el mando a Salvador; a lo que se negó argumentando que la democracia tenía que prevalecer en Dominicana y el 16 de agosto como lo manda la Constitución de la República le traspasó el poder y nunca regresó al solio presidencial.

Jorge Blanco en 1986 trató de impedir la candidatura de Jacobo, luego habiendo ganado éste las elecciones, provocó un tranque electoral para impedir que asumiera la primera magistratura de la nación, aún siendo de su mismo partido, prefiriendo que lo sucediera el doctor Balaguer que gobernó 10 años gracias a su travesura y que lo envió a los tribunales acusado de corrupción administrativa. Benigno rabazo del maleficio le toco al hombre de las manos limpias, fue condenado a 20 años, la mayoría de los cuales los cumplió en prisión domiciliaria hasta que fue indultado por Hipólito Mejía tambien del PRD, que intentó continuar y el maleficio le cobró de cruenta manera al alcanzar la peor votación en la historia del partido blanco y permitiendo el regreso de Leonel, en quien el maleficio se encarna contra el pueblo, pero de eso hablaremos en una entrega especial mañana si es posible.

El maleficio se caracteriza por cobrarle a los que no intentan permanecer en el poder más allá del mandato para el que fueron elegidos, así irónicamente, Don Juan no volvió al poder aunque lo busco algunas veces, hay quienes afirman que un tanto supersticioso temía del maleficio.

Jacobo lo intentó dos veces y murió sin lograrlo, poco antes de las elecciones de 1996, pero antes de morir se había reencontrado con Peña Gómez y ordenado a los principales cuadros de su partido, el PRI; apoyarlo a fin de que el PRD volviera al poder, de haber estado vivo Jacobo Leonel Fernández no llega a la presidencia, pues aunque el PRI apoyó a Peña, ya no era lo mismo sin la presencia de Jacobo y el líder peerredeísta perdió por escaso margen y el maleficio se encarno de nuevo en el pueblo dominicano al negarle el poder a un hombre como el líder del PRD, Peña Gómez; que haría cumplir su eslogan de primero la gente y que de manera indiscutible gobernaría para la gente (valga la redundancia) desde un gobierno compartido. Gracias amigos, volveré con ustedes, si Dios lo permite. Moisés Iturbides

*Real Academia de la Lengua Española
Maleficio.
(Del lat. maleficĭum).
1. m. Daño causado por arte de hechicería.
2. m. Hechizo empleado para causarlo, según vanamente se cree.
3. m. ant. Daño o perjuicio que se causa a alguien.
Desligar el ~.
1. loc. verb. Deshacer y destruir el impedimento que, según creencia vulgar, solía ponerse por medio del diablo a algún casado para que no pudiese usar del matrimonio.
2. Otros diccionarios
maleficio
ALFA maleficio sustantivo masculino hechizo, encantamiento, sortilegio, embrujamiento, embrujo*. OMEGA

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3. sustantivo masculino hechizo, encantamiento, sortilegio, embrujamiento, embrujo*.