Todo indica que será el presidente el candidato del partido de gobierno en el 2008 y es que muchos peeledeístas creen que el sutil gobernante es la persona idónea para derrotar al PRD, dividir al PRSC y roer las entrañas de los partidos emergentes como ha iniciado con el PRSD del cacique Hatuey, en una especie de labor de híbrido personaje; mezcla de Fouché y Maquiavelo, de cuyos dos tristemente célebres politólogos se deslizan frases y sentencias en los discursos del mandatario.
Pero una buena parte de los Peeledeístas, ebrios de su neurosis “delirio de grandeza” piensan que León-el, es el unico balín con que cuentan para tumbar al Buey blanco del PRD y ya en la practica le dispararon al Toro negro de Hatuey, lo hirieron pero no lo tumbaron como tampoco podrán tumbar al Buey porque los peeledeístas-leonelistas al parecer ignoran que en las elecciones de 1996 usaron un poco de la pólvora que les prestó Balaguer, con hilachas coloradas del trastrueque de los tantos costales de astucia del doctor, pero ya en desgaste, en el pasado proceso aun usaron la poca reserva de pólvora colorada que le quedaba; con hilachas de la desgastada chaqueta del propio contendiente Hipólito y aunque el taco de la escopeta era deficiente el balín salió y logró tumbar al buey PPH que era un buey cansado y debilitado por el cáncer de la reelección.
Ahora la cosa es de otra tinta porque en el PLD hay gentes que no quieren usar su propia pólvora con el balín León-él y con la pólvora escondida no hay balín que se dispare, mientras en el reformista canta otro gallo, en el PRD brama un buey rehabilitado y alimentado con grama fresca, que de nuevo luce poderoso y un toro negro en el redil del cacique que le enviste a todo lo que sea reelección.
León-el es el unico balín pero escasean la pólvora y la hilacha, además que es un balín reciclado y el plomo pierde densidad con el recalentamiento y el colado del reciclaje, de modo que la estrella se le torna negruzca al León-él. A continuación explico el término balín para los jóvenes que me leen. Resulta que era yo muy niño cuando mi tío Angel González, me explicó lo del balín, que entonces era la munición más grande que se usaba en la escopeta de ataque o pistón, la carga mortífera (el taco) se preparaba, con pólvora envuelta en hilachas de viejos sacos de cabuya o henequén, se colocaba un poco de pólvora en el percutor se accionaba el gatillo y al caer el martillo se producía la chispa que encendía el taco y el balín colocado previamente en el conducto del cañón salía disparado en el acto.
Explicaba el tío, el uso de las municiones de acuerdo a su dimensión, las pequeñitas casi como un grano de millo eran para las aves voladoras, palomas, cotorras, cuervos etc. Las medianas eran para las ave corredoras (Las gallináceas) y otros animales pequeños; la número cuatro, el balín era para los cerdos cimarrones o alzados y los novillos o toros tambien alzados. Claro que la cantidad de pólvora era en relación con el calibre de las municiones.
El tío Angel era un tío muy vivo y ocurrente, no es posible recordarlo con tristeza, al hacerlo siempre aflora una sonrisa, sus perspicacias le trascendieron, me decía siempre: “valito, hay que ser hombre y meterse a la guardia, a ese bandido no lo saca nadie del poder, si no es con la guardia a tiro limpio valito” refiriéndose a Trujillo, el resto de la familia quería que todos estudiáramos pero el tenía otra meta y aunque sus hijos eran adolescentes cuando mataron al jefe, siguió su proyecto y es el unico michero que procreó dos generales hasta ahora. Los abuelos me enseñaron a disparar cuando ellos cargaban el artefacto pero el tío iba en otra dirección tambien instruyó en ese arte a sus hijos varones Radhamés y Miguel y creo que a otros sobrinos mayores que nosotros.
El tío fue tambien de los pioneros peerredeístas de Miches y aunque muchos de la familia fueron primero cívicos (Unión Cívica) el no desmayó en su afán de traerlos al PRD, de manera discreta pero constante. Pocos meses después del Golpe de Estado a Don Juan, lo vi en Santo Domingo, en casa de la tía María Elpidia, y me dijo: valitooo, se lo dije; sin la guardia no se gobierna, métase a la academia del ejército con Manuel Angel, yo se porque se lo digo hágame caso eh. Este era otro Tío, pero diferente porque como guardia viejo no soltaba prendas. Gracias amigos, volveré con ustedes si Dios lo permite. Moisés Iturbides.
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