<>
Un venidero día no lejano aparecerán en el territorio oriental de la Isla de Quisqueya, esa parte que aún se denomina “República Dominicana” y que es vapuleada por una conspiración internacional y en cuya componenda se cuece la envidia, el racismo, el oportunismo y el odio injustificado de ciertos siniestros personajes entre los que se encuentran no pocos malos dominicanos porque parece que los “Buenos y verdaderos dominicanos” de que hablaba Duarte se acabaron o quedan muy pocos.
Miguel Guerrero lanza hoy un grito de dominicanidad en su columna de El Caribe que reproducimos en nuestra página "Periodismo y Ciencia" como “La columna de Miguel Guerrero” en la que protesta Y denuncia el agravio del congreso norteamericano a la convivencia dominico-haitiana, al entregar un premio a Sonia Pierre, con el que plantaron un hito de racismo en la conciencia internacional, contra el supuesto racismo dominicano con respecto de nuestros vecinos haitianos.
Sin embargo no hay tal racismo, los haitianos son recibidos en dominicana con sentimientos de hermandad y se les atiende en nuestros hospitales como a dominicanos, y se les brinda la característica cordialidad de los dominicanos con los extranjeros; algo que ocurre en pocos países; ahora esta de moda que todas las parturientas del vecino país vienen a dominicana a dar alumbramiento para luego alegar que sus hijos nacieron en territorio dominicano y que no se les puede sacar del país.
Eso no es cierto las leyes dominicanas son bien claras en ese sentido y no son dominicanos los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en el país ni los hijos de los diplomáticos acreditados y tampoco los hijos de los extranjeros en tránsito. Valgan las redundancias.
Algunos sectores de las iglesias dominicanas de diferentes sectas forman parte del crimen de lesa dominicanidad estimulando la fobia haitiana contra los dominicanos. Yo he defendido la libertad y el régimen de derecho de los haitianos, en 1963 estuve ligado a un movimiento de liberación haitiano que desde territorio dominicano luchaba contra la dictadura de Duvalier y de ello sabe Adriano de la Cruz, e Hito Cruz Infante, porque los "Social pistolas" estaban metidos hasta la médula en el proyecto.
Después de la guerra de abril de 1965 fui parte de un comando haitiano que se planteaba el derrocamiento de Duvalier en el que participaban ex combatientes constitucionalistas dominicanos y haitianos, “La Entente” (Partido comunista haitiano) y ex agentes del funesto SIM encabezados por Johny Abbes García de lo que no fuimos informado los dominicanos; que escapamos de la muerte porque Clodoveo Ortiz y su jefe Abbes se opusieron a la presencia de dominicanos en el pelotón que cruzó la frontera por Juana Méndez. Todos Murieron y “Pechito” me informó años después que el propio ex jefe del SIM vendió la información al tirano haitiano que ordenó su ejecución con todos los complotados la misma noche de la entrega de los haitianos y con lo que el sanguinario Duvalier desapareció todas las pruebas que pudieran aparecer en su contra.
Nadie me puede acusar de racista y mucho menos de anti haitiano, pero si el pecado dominicano es que una parte de los españoles no necesariamente nuestros antepasados, son responsables del exterminio de los aborígenes, ese es el mismo pecado de los haitianos donde no quedó no siquiera el recuerdo, puesto que en Haití lo exterminaron todo, mientras nosotros hablamos con pena y con orgullo de nuestros aborígenes y nos sentimos orgullosos de Anacahona, Hatuey (el aborigen, no el líder del PRSD) Bohechío, Enrriquillo, Cotubanamá, Caonabo etc.
Cabe recordar que la parte occidental de la Isla la colonizaron los franceses con el objeto de saquear y apoderarse de la parte oriental ocupada por los españoles, que ambas colonias lucharon por su independencia, que la parte dominicana siempre ha respetado la haitiana, que incluso cuando ellos nos han invadido las tropas dominicanas han replegado a las haitianas hasta la frontera sin que jamás el caballo de un general dominicano haya cruzado el Masacre.
Si embargo la constitución haitiana vigente dice que la república de Haití tiene como límites; al Norte la Isla de Cuba, al Sur El Mar Caribe, al Oeste el canal del viento y al Este "donde termina la tierra", cuando leí ese pasaje en una clase de historia crítica de Héctor Pérez Reyes y don Joaquín Salazar en el IDP, sentí un raro escozor en la espalda porque la tierra termina en el Este, unos cuantos kilómetros Más aya de Miches la playa en que nací y justo donde nació Manolo Quiterio Cedeño que por cierto tambien tiene un claro criterio de la dominicanidad ¡Viva la República Dominicana! De esto hay mas queridos lectores; volveré sobre el tema en la siguiente entrega si Dios lo permite. Moisés Iturbides.
mailto: miturbides@yahoo.com
Volver al Directorio:
http://moises-iturbides.blogspot.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario