Crítica de la razón sencilla

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Puntillazos:

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El Doctor Euclides (Caradura) Gutiérrez (PLD) dijo esta semana que Trujillo, el Jefe, invitó al profesor Bosch a regresar en 1954 y con ello apuntala el postre destapado por Miguel Guerrero, en El Caribe, matutino dominicano y es que el “Jefe” lo hizo tiempo después de saber de la rotura de Bosch con el PRD. Se entera el perínclito, a través del habitual contacto con su homólogo cubano, Fulgencio Batista, el sicario cubano; Policarpo Soler. Figura clave en la desaparición de Jesús de Galíndez y quien sabe de que otros, el esbirro cubano tambien se alió con Trujillo para estafarle al depuesto Batista en 1959,10 millones de dólares, enviados a Dominicana con el referido Policarpo, depositados en el Banco Central por orden del dictador dominicano que luego haría que el gobernador del Banco y Policarpo se desafiaran en duelo en el parqueo del Palacio Nacional y resultaran muertos, aunque hay quienes han dicho que fueron las balas de un pistolero escondido de Trujillo que mataron a los dos infortunados. Desaparecidos éstos, Trujillo se quedó con el dinero y Batista salió del país con la sábana por un canto.

Lo que no dijo el “caradura” Gutiérrez, es que el emisario de Trujillo para hacer la capciosa propuesta a Don Juan, fue el temido Policarpo, que era amigo del líder fundador del PLD, desde los tiempos de Rolando Más Ferrer y sus famosos caballos, banda de sicarios que aterró a Cuba, a la que tambien se vincula a Fidel Castro en sus tiempos de estudiante, claro que Fidel nunca fue batistiano, pero muchos de sus antiguos camaradas, entre ellos los dos citados; si lo fueron, comentaba en cierta ocasión el doctor Santiago Rey Perna, que fue quien me dijo que la famosa “Banda colorá” Dominicana, la Formó Ney Nivar, en el palacio, a imagen y semejanza de la cubana, sugerida por Pedro Álvaro Bobadilla, que conocía en detalles las barbaridades de “Los caballos” cometidas en Cuba. El motivo… se lo digo luego.

Internacional:

Dos en uno para carabina roja

El encabezado de este trozo se refiere a una jugada maestra del divertido juego de mesa llamado “carabina” en riesgo de extinción y que ha dejado en peligro la credibilidad de los presidentes de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales, con su lance carabinero en el asunto de la comparecencia del comandante Fidel Castro a la marcha de los trabajadores en Cuba, el recién pasado primero de mayo.

“El comandante esta al mando” y estará en el desfile de los trabajadores gritaba Hugo, Cuba guardó silencio, la jugada estaba echaba y había que esperar al primero de mayo, mientras tanto Evo ratificó la jugada, “El comandante esta rehabilitado y estará en el desfile del primero de mayo” gritó el gobernante Boliviano.

La carabina del “nuevo Socialismo” implementado por Huguito tiene cinco piezas igual que el divertido juego a quien con su colega el dominó se le considera “deporte de los vagos” pero yo diría que ambos pasatiempo son excelentes devoradores del estrés, que causa tantos malos ratos y enfermedades a nuestra sociedad.

La diferencia de la carabina socialista es que no esta formada por cinco hexaedros, exactamente iguales, sino por cinco países completamente diferentes, uno en el caribe, otro en centro América y tres en el Cono Sur. La jugada parada por Huguito y Evo salió Carabina, pero no mixta o pinta como se llama en el juego tradicional, tampoco blanca, sino roja como es de suponer son todas las carabinas del socialismo chavista, implementado por “el socialin colorado” que a todos defiende.

Bueno, es decir, menos a Lula, pero sigamos con lo de la jugada que se dio en grande como lo esperaban quienes la lanzaron no desde la Cumbre del Chimborazo, sino desde la penillanura de Caracas y las frías elevaciones bolivianas.

Llegado el primero de mayo, el mundo vio en imágenes televisadas el desbordante de las multitudes cubanas, como en los primeros tiempos del comandante, se había dado la jugada maestra y la carabina roja estaba a la vista del continente y del universo. No obstante la ausencia del comandante y tal como se había previsto, la jugada de dos cabezas estaba parada, la muchedumbre acudía al reencuentro con el viejo y enfermo caudillo, para lo que se le había convocado y que no asistió finalmente, pero la presencia masiva demostró el “cariño” del pueblo cubano hacia el comandante, a tiempo que evitaba evidenciar el desprecio hacia el poco carismático Raúl. Los había defendido ¡El socialín colorado! Pero de seguro que en lo adelante la credibilidad de Huguito y Evo no estará al rojo encendido, porque el comandante firmó ausencia. Gracias amigos, volveré con ustedes si Dios lo permite. Moisés Iturbides